martes, 6 de diciembre de 2016

Coaching y motivación

Si has descubierto que te cuesta demasiado ponerte a hacer algo de eso que sabes que debes hacer y que no puedes eludir, puede que te interese el texto de abajo:las posibles razones y soluciones a esa falta de motivación.

Te invito a que te plantees si realmente hay alguno de estos factores:

No te resulta estimulante hacerlo: es una tarea de un ámbito que no te llama nada la atención, no te aporta nada personalmente o a tus intereses del momento.

Lo consideras demasiado sencillo: es tan fácil y poco desafiante que ya lo harás en cualquier otro momento o mientras haces otra cosa, aunque esta opción signifique que la calidad del resultado pueda disminuir.

Lo consideras imposible: es tan complicado y/o deben coincidir tantos factores que no existirá nunca el momento de empezar a hacerlo. Crees que hay poca gente capaz de hacer la tarea de forma exitosa, el fracaso es más que probable.

La recompensa será dentro de mucho tiempo: es como una inversión a largo plazo, tan a largo plazo que hasta te planteas cómo repercutirá en tu vida el resultado si las condiciones relacionadas no las conoces ahora, con respecto a este ámbito. Por ejemplo, aprender un idioma complejo o iniciar una carrera universitaria.

Te resulta más atractivo otro tipo de actividades: hay oros compromisos y quehaceres que parece que se ponen frente a ti en el momento adecuado y los "cuelas", de forma que pasan a ocupar ese tiempo del que no disponemos. Sobre todo si no estás al 100% de energía, este factor se presenta con frecuencia. El ocio podría encajar en esta parte: prefieres "descansar un rato" y rendir más después.

Te distraen tareas reactivas: llamadas de teléfono, mensajes a tu móvil, mails, peticiones de ayuda, ruidos e interacciones imprevistas... dejar de hacer algo en lo que estás concentrado es perder la inercia que hayas podido acumular y la concentración. Dos cosas de un valor incalculable.

La recompensa es muy pobre, no vale la pena el esfuerzo: no tienes claro para qué vas a hacer la tarea ni si esa razón tiene peso suficiente como iniciarla. Si piensas que dejar de fumar es algo que simplemente es bueno para la salud y no tienes problemas de salud, la mejora es cero, ¿para qué hacer el esfuerzo?.

No existe alineación con tu objetivo: si aquello que quieres o debes hacer es algo algo que tu entorno material no favorece (dibujar sin luz o sin mesa), tu conducta no es afín a esta actividad (si nunca has salido a correr detectarás una reticencia inicial cuando te lo propongas), , tus capacidades necesitan un refuerzo para arrancar (volver a estudiar sin conocimientos de informática, ahora que los deberes y apuntes se envían por correo electrónico), crees simplemente algo que lastra las tareas hacia tu objetivo o "no te ves" haciendo la tarea o consiguiendo tu objetivo.

Soluciones

Las soluciones son más adecuadas para unos casos que otros, de los citados arriba. No obstante, como son todas ellas sugerencias sanas, no he querido hacer vinculaciones para no condicionar al lector.

Planea el ocio: qué tiempo de la semana dedicarás al ocio, qué días  y momentos. Contra más detalle, mejor: con quién,cuándo, dónde... comprométete con tu tiempo de ocio porque dedicar energía al ocio recarga energía, paradójicamente.

Hazlo con alguien: esa tarea que estás a punto de iniciar, como tantas otras veces, pero que siempre pasa algo... queda con alguien y cumple. Al hacer las cosas con alguien existe un compromiso y un apoyo: se llama sinergia. Personalmente lo experimento para salir a correr, si voy solo salgo muchas menos veces de las que querría y muy probablemente mis acompañantes también.

Conviértelo en algo estimulante: incluye una dosis de innovación: ¿cómo podría ser más estimulante la tarea? ¿midiendo cuánto tardas en hacerla? (hoy día hay aplicaciones de móvil para todo) ¿haciéndola en otras condiciones?  (tecleando en el teléfono en lugar del ordenador), ¿con paradas y premios por etapas?, ¿compartiendo los resultados o avances en las redes sociales?, ¿haciendo de forma simultanea otra cosa? (conducir con audios de idiomas, por ejemplo), ¿haciéndolo de forma semiprofesional? (la gente sale más a correr cuando se apunta a una carrera popular).

A lo que te distrae, ponle trabas, envenénalo: si te descubres viendo la televisión más tiempo del que querrías o haciendo más vida social de la que crees qeu te conviene, condiciona estas y demás distracciones acotándolas: pon el programador al encender la televisión para qeu se apague cuando pase un tiempo, o mira en diferido los programas que te enganchan, agenda tus encuentros informales de forma que ocupen en la agenda exactamente el tiempo que le conviene a tu plan de acción. Si tienes juegos en el teléfono que te distraen, elimínalos: aparta la tentación.

Gestiona tu tiempo: el tiempo es finito y lo llenamos de acciones. Estas acciones te deben llevar a los logros que te propongas, al ritmo más saludable posible. ¿Cómo organizas el tiempo y reparto de acciones en él? Utiliza la agenda para organizarte, listas de tareas y demás herramientas. No sólo te servirán para seguir el camino que te traces hacia tu objetivo, sino que te harán detectar ladrones de tiempo e incongruencias, si es que las hay.

Cambia una tarea imposible por varias asequibles: sacarse una carrera es algo largo y complejo, empieza por matricularte en el curso de acceso o en un par de asignaturas. Dominar un idioma es complejo, empieza por ver esos vídeos de introducción. Tocar un instrumento es igualmente complicado, recibe una clase particular de alguien que sepa y te introduzca en el tema. Salir a correr todos los días es un hito, sal hoy... y mañana o pasado vuelve a leer ésto. Lo que tienen en común todas estas opciones es que alguien que sabe puede orientarte: ¿un primerísimo paso para incluir en mi agenda de ésto que se te da tan bien cuál sería?...¡déjate asesorar!

Controla tus avances y felicítate con pequeñas celebraciones: no hay méritos pequeños. Se cero a cien es un recorrido que empieza del cero al uno, siempre. Una gran muralla se empieza a construir con un simple ladrillo... colocar un ladrillo tiene mérito, no todo el mundo lo hace, celébralo... luego ya vendrá la celebración del ladrillo número 5, 10 ó 50...100, 1000...

Tachar la colocación del ladrillo de tu lista es una celebración, comer un bombón, anunciar en redes sociales o a amigos próximos... escoge tu celebración y llévala a cabo, felicítate, cualquier logro es grande.

Además de una fecha límite, agenda también pasos intermedios. No sirve de nada poner en la agenda de dentro de cinco años: "terminar la carrera de XXX". Mejor desglosa en proceso en pasos: fecha 1, matricularme; fecha 2, inicio de clases; fecha 3, empieza la época de exámenes. Si volvemos al ejemplo de dominar un complejo idioma, los pequeños pasos podrían ser: concertar una cita con un profesor particular, preguntar en academias, mirar blogs y foros de idiomas, descargar audios, tests y lecciones, determinar el calendario de la Escuela Oficial de Idiomas o academias privadas, ir a un bar de intercambio de idiomas, visitar el país en el que se hable el idioma...

Aíslate de agentes distrayentes cuando debas centrar tu atención: ¿qué te interrumpe o te distrae? ¿el teléfono? apágalo ¿el ambiente en casa? ve a una bibliotecay aíslate con tus auriculares o tapones ¿tus propios pensamientos?  reduce la duración de las sesiones, ya se irá alargando tu capacidad de concentración ¿nuevas ideas e hilos de los que tirar? anótalas y deja un espacio para darles salida ¿factores externos de fuerza mayor? aplaza, no somos dioses, no llueve todos los días, ya vendrán condiciones más favorables.

Descarta hacer tareas que no tienen sentido para ti: no te ves capaz o te está pequeño, no vale la pena, el resultado es a largo plazo y te distraes... Si hay cosas que haces o te planteas hacer y no tiene nada que ver contigo ni con tus objetivos puede que hayas desarrollado una relación de "parasitismo" en términos de biología. Si tu puesto de trabajo únicamente te aporta dinero, ese dinero te acerca a tus objetivos personales, con lo que indirectamente trabajas para hacer lo que te gusta. Si es mejorable, mejóralo, pero sé consciente de que todos necesitamos una fuente de ingresos (por lo menos una,pueden ser más). Hay personas que llenan la agenda con tareas de los demás con el altruísmo por bandera...¡qué egoísta es no mostrar a los demás cuáles son nuestros intereses, motivaciones, objetivos y ámbitos de desarrollo y acaparar los que interpretamos que son los suyos! vive y deja vivir, tu agenda termina donde empieza la de los demás. No temas tachar las cosas que no tienen sentido para ti, es un gran paso hacia tu objetivo y desarrollo.

Céntrate en el camino y algo menos en el objetivo: si pensar en el objetivo es una motivación y fuente de inercia para ti, tenlo bien presente mediante una fotografía, pensamiento u objeto inspirador. Endulzar el camino con ese estímulo y todos los que se te ocurran te ayudará a conseguirlo, disfrútalos, los estímulos positivos y la inspiración de tu futuro desde hoy. Si tu camino está lleno de suplicios...algo falla.

Define tus éxitos: concreta qué es para ti un éxito en ese ámbito que te has propuesto. Esa tarea que acometerás...¿qué fruto te dará en el mejor de los casos? enfócate en él.

Busca biografías motivadoras: aquellos personajes del ámbito que te interesa y que han pasado por donde tú estás o que han logrado cosas que admiras son fuente de inspiración y además...¡también son humanos! lee e infórmate sobre esas personas y descubrirás que los imposibles no lo son tanto. Eso movilizará tu energía y eliminará la sensación de que hay cosas inalcanzables. Pongo el ejemplo de Bernat Soldado: le diagnosticaron esclerosis múltiple y después de ello hace una carrera con unas cuantas matrículas de honor, un triatlón, consigue vivir de sus ganancias en bolsa, compite en el mundo ecuestre....

Durante la etapa de planificación no hay imposibles: luego ya afrontaremos dificultades

Busca referencias motivadoras: esos recuerdos, frases, personas, canciones, ambientes, planes, incentivos... que te estimulan para arrancar tenlos bien presentes para que estén a tu servicio. Si sólo tienes energía para mover una mano, que sea para levantar la lista de estímulos que te catapultan a la acción, tus catalizadores, energizadores o como quieras llamarlos. En PNL se usan los anclajes buscando algo parecido.

Considera qué ventajas tiene alcanzar tu objetivo: sabrás hacer algo nuevo, te sirve para otra cosa, lo compartirás... visualízate en la cumbre de tu camino compartiendo o disfrutando tu logro, ¿qué te plantearás entonces? ¿unas olimpiadas? ¿otro idioma? ¿una maratón? ¿un doctorado? ¿fundar tu empresa? ¿vivir de ingresos pasivos?... no hay límites.

Trata con gente que lo ha hecho ya. ¿Conoces a alguien que esté en el camino hacia un objetivo similar al tuyo? ¿qué te aconseja? ¿a quién puedes pedir ayuda? ¿quién te puede facilitar el camino? ¿quién te da sabios consejos? ¿te has planteado sesiones de coaching? ¿las acciones que sebas acometer serán más fáciles si ganas certeza de éxito.

Cuida tu salud: las horas de sueño, la dieta, algo de ejercicio, drogas legales e ilegales..plantéate, desde tu futuro éxito, qué te aporta hoy lo saludable que es tu vida. ¿Llegarás antes a conseguir lo que quieres si eres una persona más saludable? ¿tendrás más energía y vitalidad? ¿Cuida tu cuerpo y tu cuerpo cuidará de que llegues a tus objetivos vitales.

El coaching interviene en las personas para agilizar estos procesos de toma de consciencia, gestión del tiempo, autoconocimiento, motivación...y acercar a las personas a sus objetivos por el camino más agradable, que no tiene por qué ser el más corto ni el que han seguido otros. En coaching laboral los momentos clave de la búsqueda de empleo, en cuanto a no encontrar el momento de arrancar, son la redacción del currículum y el momento de plantearse si buscar una fuente de ingresos o el lugar donde ejercer la profesión escogida o que en estos momentos se quiere probar.
Afortunadamente existen mecanismos y "atajos" para que la etapa de posicionamiento se talento y gestión de contactos sea ágil. Son tareas más mecánicas que el trabajo personal del candidato consigo mismo, acompañado de coaching o sin él.

Las experiencias me dicen que el coaching contribuye a la mejora del estado de ánimo, optimismo, resultados mejores y eficientes y, sobre todo, acercar a las personas a sus objetivos, independientemente de las cosas que los demás perciben en los coachee.


Conrado Rodríguez
Ingeniero Industrial y Máster en PRL, Coaching y Liderazgo
@TuCoachLaboral

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