viernes, 2 de agosto de 2013

Entrar a trabajar en un laboratorio

Me entrevisto con la jefa de I+D de una empresa del sector químico recientemente premiada por su volumen de exportaciones. Comentando el tema de personal, me dice que los procesos de selección los gestionan directamente ellos, sin hacer uso del departamento de Recursos Humanos ni asesorías externas, cosa que costaría un dinero.

Son usuarios habituales de infojobs si quieren incluir las killer questions (preguntas que son contestadas por el candidato en el momento de inscribirse a la oferta)  y de las bolsas de las universidades donde han estudiado los miembros del equipo del laboratorio. En este segundo caso la selección no tiene coste económico directo.

Dado que en el último proceso de selección necesitaban conocimientos de alimentación, recurrieron a bolsas de Ingenieros en Tecnología de los Alimentos.
Descartándose a sí mismos durante las entrevistas, al no ser capaces de describir las ventajas de una carrera desconocida para el equipo de I+D que necesita a la persona. Mi interlocutora se queja de que falta dinamismo incluso en el momento de comunicar las ventajas que cada candidato y perfil debe dar a conocer durante las entrevistas que realizaron.

Así, el perfil formativo fue modificado y optaron por perfiles con su misma formación (licenciaturas en química) y alguna formación adicional enfocada a las tareas que necesitaban cubrir (de tecnología de alimentos).

A la hora de afrontar la batería de currículums, mi interlocutora se queja de varias cosas. Cabe destacar que las personas que trabajan en laboratorio químico trabajan con detalles y precisión y necesitan fidelidad a la hora de trabajar con información y transmitirla. Estas características son imprescindibles para el trabajo de laboratorio, no es capricho de los laborantes, por lo que debería ser trabajado durante los planes formativos. En cuanto a las cosas que mi interlocutora tuvo ver en los currículums que recibió, de esos universitarios exitosos:
-          Faltas de ortografía, de libro, menos de libro y por no pasar el corrector ortográfico.
-          Icono del programa que convierte archivos de Word a PDF tapando los datos personales del candidato.
-          Segunda hoja completamente en blanco.
-          Información reiterada y vana entre información básica (si has llegado a la universidad es evidente que has pasado la selectividad, por ejemplo).
-          Currículum excesivamente visual: bocadillos para describir características personales que salen de la foto, apaisado, iconos de las empresas donde has estado, estrellas para indicar el grado de conocimiento de idiomas o programas informáticos,etc. Muy divertido, pero incompatible con lo que se espera de un técnico de laboratorio de I+D.
-          Fotografías de gimnasio, playa o de salir de fiesta.
-          4 páginas de currículum en formato periódico, es decir, columnas que utilizan sólo la mitad derecha de las páginas.
-          Falta de focalización del currículum al puesto en cuestión: si la empresa se ha molestado en ser precisa a la hora de describir conocimientos y aptitudes necesarias en el candidato, éste debería molestarse en destacar aquellos puntos de su perfil que concuerdan con las demandas del anunciante.

En algunos casos creo que los documentos enviados para optar el puesto fueron hechos por un asesor externo: municipal, del SOC o el amigo de alguien, en cualquier caso sin criterio adecuado para “conectar” con el lenguaje y expectativas de un técnico de I+D.